¿Qué Hablas?

Idiomas

30 de novembro de 2012

El “Oscar” de La Vida

La foto al costado fue tomada en el 2004, fue una programación especial del grupo de jóvenes de mi iglesia. La idea era premiar a los jóvenes que han sobresalido en su ministerio este año. Yo recibí el Oscar por destacar en el ministerio de Recepción Artística (tengo mi trofeo hasta hoy \ 0 /).
Este año fue muy especial para mí. A principios del año participé en el ministerio de misiones urbanas (gran experiencia, ¡me encantó!). Para la segunda temporada de ministerios fue creado este nuevo, Recepción Artística. Como fue la primera experiencia, a la mayoría de los jóvenes no le gustó participar. Recuerdo cuando salió el resultado de la Feria de Ministerios y preguntábamos: "¿Qué ministerio te quedaste?", algunos respondían: "Decepción Artística." Como todo el mundo yo no estaba muy segura de cómo iba a funcionar, pero no me quejé de nada (aunque yo quería otro ministerio). Fue una experiencia fantástica y muy difícil. Creo que la líder me eligió para ganar el premio porque no tenía muchas opciones. Los participantes estaban muy descontentos y casi no iban a las reuniones y mucho menos a los días de confeccionar lo que se necesitaba para las noches especiales. Era visible la tristeza de la líder que se esforzaba mucho para animar a los chicos y como yo soy una DEFENSORA FIEL del versículo: Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, porque ellos cuidan sin descanso de ustedes, sabiendo que tienen que rendir cuentas a Dios. Procuren hacerles el trabajo agradable y no penoso, pues lo contrario no sería de ningún provecho para ustedes (Hebreos 13:17 – NVI), yo intentaba todo lo posible para no dejar que ella se sintiera sola. A menudo me iba a preparar los materiales sólita  y como ella estudiaba por la noche me dejaba a cargo de todo.

Hagamos una pausa para aprender algo importante: la Biblia es muy clara acerca de la importancia y la responsabilidad del liderazgo espiritual. Tuve dificultad en vivir esta verdad, tuve que tomar decisiones radicales para no pecar en esta área tan importante de mi vida (¿te acuerdas que yo no aceptaba las autoridades?). Hoy en día yo las respeto mucho, y comienza con mi esposo como el líder espiritual de nuestra familia, y engloba mis pastores, líderes, presidente, alcalde, etc. No pongo en duda una orden, aunque yo no la entienda, no esté de acuerdo, o tenga una idea mejor. Si lo que esta autoridad me está pidiendo no viola ningún principio bíblico, no importa cuán pequeño sea (Nosotros primero obedecemos a Dios, y después a los humanos - Hechos 5:29), no desobedezco. Porque entiendo que esto es lo que Hebreos 13:17 nos dice, y hay muchos más versículos que confirman esta verdad.  Aliviar la carga de las responsabilidades que ellos tienen es algo que puedo hacer con amor.

(Volviendo al grano…) Confieso que a veces lloré sola en un salón de la iglesia pidiendo de Dios el ánimo y la fuerza. Y si yo me sentía así, ¡imagínate la líder! Fue justo en este momento que reflexioné sobre algo muy importante en mi vida. Al servir en un ministerio de la iglesia, ¿lo estoy haciendo para ser observada por los demás o para que el nombre de Dios sea glorificado con mi servicio? Chequeé mi corazón y fui reprobada. Una vez que haya gente que mira lo que haces, te esfuerzas por 2 razones: 1 ° para recibir elogios y 2° para ser aceptado. Y cuando nadie está mirando, ¿lo hago con el mismo esfuerzo?
En una de esas noches solas confeccionando los materiales para una noche joven yo dejé todo y empecé a orar. Pedí perdón a Dios por haber descubierto un pecado, el pecado del orgullo. Y desde entonces pedí al Espíritu que transformara eso en mí. Decidí hacer todo con alegría y temor a Dios sin importarme los reconocimientos humanos. Para mí ya seria suficiente que Dios sondara mi corazón y me aprobara.

Este año fue el único que no hubo la obra anual de Navidad, entonces, cada ministerio haría una presentación especial. Fui invitada a participar en el ministerio de Pantomima (y de  esta invitación, entré en una nueva fase de mi vida, pero esta historia va a quedarse en otro post).

Cuando se anunció la noche del Oscar yo realmente no esperaba recibir ningún premio y cuando se anunció el joven destacado de Recepción Artística ¡no me lo podía creer! Recibir este Oscar representaba para mí la sonrisa de Dios para mi oración. Yo no estaba más interesada en los reconocimientos humanos y mis esfuerzos habían sido redirigidos a contribuir al crecimiento del Reino. Dios conoce mi  y sabe que en este día yo confesé mi pecado y decidí abandonarlo.

Yo recibí muchos aplausos en ese día, y quizá mucha gente se sorprendió por mi nombramiento, porque nadie me vio hacer las cosas, por lo general yo estaba sola y como soy tímida no hice propaganda de lo que hacia. Dios quiso darme este reconocimiento ante los hombres, porque yo había decidido buscar sólo el reconocimiento de Él.
Al final de la noche, las dos líderes de los otros dos ministerios que yo había participado me dijeron que a pesar de que yo no tenía la estatuilla que también merecía el Oscar por mi dedicación a estos ministerios, pero cada joven sólo podía recibir un premio y el pastor decidió que yo recibiría lo de Recepción Artística, y eso fue fantástico, porque era el ministerio despreciado, lo que hizo que para mí fuera la mayor honra. ¡Dios hace cosas extraordinarias de lo que el hombre desprecia!

Esta pregunta siempre me viene a la mente cuando estoy haciendo algo. A veces llegué a ser reprobada y cada vez que pasa pido perdón de nuevo y permito la transformación del Espíritu. En este proceso difícil, pero impresionante de la santificación empecé a desear un nuevo Oscar (y en varias ocasiones he comentado al respecto con alguien), y quiero escuchar el reconocimiento del mismo Dios: Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”

¡Cómo deseo con todas mis fuerzas escuchar eso!

Es difícil no esperar por lo menos un "muy bien Julie" por algo que hice (sobre todo porque mi lenguaje de amor principal son las palabras de afirmación), es complicado seguir haciendo con excelencia y alegría cuando nadie reconoce mi esfuerzo. Es un ejercicio constante de humildad a ser practicado. Si me preocupo en dirigir mis esfuerzos a otras personas, siempre habrá oportunidades para sentirme desanimada y frustrada. Necesito hacerlo porque agrada al Señor, porque sé que es Su voluntad. Esto incluye todas las áreas de nuestras vidas. En el matrimonio, por ejemplo, no me puedo permitir el lujo de ser sólo una buena esposa, la ayuda idónea que mi esposo necesita que yo sea, sólo cuando él se esfuerza para ser romántico o darme algo que yo quiero. Por la fe y la obediencia a Dios lo hago con temor y amor a los mandamientos de Jesús. Si Dios nos amara sólo cuando le correspondamos igual, ¿qué haríamos? ¡ESTARÍAMOS FRITOS!

Esta lucha constante con mi ego me hace descubrir una gran parte de mi carácter. Algunas buenas y otras malas.

En diciembre del 2006 recibimos un gran desafío. Asumimos la responsabilidad de llevar un gran ministerio. Casi muero de miedo porque la gente crea nuevas expectativas, esperan algo mejorado de lo que ya se había hecho. Lo triste es que las personas que más deberían apoyarnos fueron las que más nos  desanimaron. Oímos cosas como: - “Este ministerio no tiene la cara de ustedes. ¡No quiero participar!" –“Ustedes no tienen ninguna experiencia para estar aquí". Y para mí el peor de todos: - “Yo sé que la calidad bajará mucho, pero por lo menos hagan lo mismo que el año pasado."

¡DÁME UN BALAZO, DUELE MENOS!!!! (momento dramático, jajaja). Llegaba a casa y lloraba como una niña. No podía ser peor, ¡la motivación se había ido al hoyo!! Mi esposo estaba tan desanimado como yo, y pensamos en desistir.

Soy una llorona (lo confieso), pero ya no sé no confiar en mi Padre. Fui a orar y a veces pongo melodía en mis frases de la oración. Me puse a cantar y el Señor me dio mi primera composición musical (casi nadie la conoce porque no fue tema de un campamento como de Alta Fidelidad: ver el post: Y nació una canción), pero fueron palabras sinceras de un corazón dependiente de Dios.

PARA AGADAR A DIOS
 (Esta es una traducción, pues la letra original está en portugués)
Por: Juliane Ferro - (diciembre de 2006)

Padre dependo de Ti, porque sólo Tú me conoces. ¡Sondea mi corazón!
Porque sólo Tú conoces mis sueños,
Porque sólo Tú conoces mis planes,
Porque sólo Tú sabes la disposición de mi corazón para servir.

No es a los hombres que yo quiero alegrar,
No es a los hombres que yo quiero agradar, sólo a Ti.

Transforma en  mí lo que necesito, restaura en mí lo que sea preciso para agradarte.

Porque mis ojos no pueden ver, mis oídos no pueden escuchar,
Mis pensamientos no pueden lograr alcanzar lo que Tú piensas respecto a mí.

Puedo cambiar mis sueños por Tus promesas
Puedo cambiar mis planes por Tu salvación...

Para agradarte, es que yo vivo,
Para llegar a Tu corazón,
Para poner una sonrisa en tu rostro.
¡Para agradarte!

Después que se la canté a mi esposo decidimos no darnos por vencidos y no hacer nada en este ministerio para recibir la aprobación de los hombres. Al final, las mismas personas que nos desanimaron con sus palabras nos dijeron que fue la mejor presentación de todos los años.

¡Dios es hermoso! No me canso de repetir esto, porque Él rinde homenaje a un corazón obediente y sumiso.

Hoy en día no hay un reconocimiento más apreciado por mí que lo de Jesús. Quiero correr la carrera que se me propuso y llegar al final de la misma con la satisfacción de haber hecho todo lo que mi Entrenador esperaba de mí. ¡Quiero agradar a aquel que me llamó!
Y sí es cierto que vamos a recibir un Oscar en el final de la vida.

¿Estás listo para recibirlo? ¿Estás haciendo lo mejor y más excelente para complacer a Aquél que realmente importa y sondea el corazón y nuestras intenciones? ¿Estás dirigiendo tu amor y servicio al blanco correcto? ¿Cuando nadie ve lo que estás haciendo el resultado  es el mismo que cuando alguien te está mirando?

Ve los fabulosos premios Oscar prometidos por Dios a los que perseveraren y permanecieren fieles a Él:
Al que salga vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios (Apocalipsis 2:7).
Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte (Apocalipsis 2:10-11).
Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que sólo conoce el que lo recibe (Apocalipsis 2:17).
Al que salga vencedor y cumpla mi voluntad hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones  —así como yo la he recibido de mi Padre— y “él las gobernará con puño de hierro; las hará pedazos como a vasijas de barro”. También le daré la estrella de la mañana (Apocalipsis 2:26-28).
El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles (Apocalipsis 3:5).
Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo (Apocalipsis 3:12).
Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono (Apocalipsis 3:21).

¡YO QUIERO ESTOS PREMIOS! ¿Y TÚ?

Video de Cassiane - IMAGINE

14 de outubro de 2012

O “Oscar” da Vida


A fotinha aí do lado foi tirada em 2004, era uma programação especial do grupo de jovens da minha igreja. A ideia era premiar aos jovens que se destacaram em seu ministério este ano. E eu recebi o Oscar de destaque em Recepção Artística (tenho meu troféu até hoje \0/).

Este ano foi bem especial para mim. No inicio do ano eu participei do ministério de missões urbanas (ótima experiência, amei!!!!). 

Para a segunda temporada de ministérios se criou este novo, Recepção Artística. Como era a primeira experiência alguns jovens não gostaram muito de participar. Eu me lembro que quando saiu o resultado da feira de ministério e perguntavam: “Que ministério você ficou?” Alguns respondiam, “Decepção Artística”. Como todos eu não estava bem segura de como funcionaria isso, mas não reclamei de nada (apesar de que eu queria outro ministério). Foi uma experiência fantástica e bem difícil. Acho que a líder me escolheu para ganhar o premio porque não teve muitas escolhas. Os participantes estavam bem descontentes e quase não iam às reuniões e muito menos aos dias de confeccionar o que era necessário para as noites especiais. Se percebia a tristeza da líder que se esforçava para animar o pessoal e como eu sou DEFENSORA FIEL do versículo: Obedeçam aos seus líderes e sigam as suas ordens, pois eles cuidam sempre das necessidades espirituais de vocês porque sabem que vão prestar contas disso a Deus. Se vocês obedecerem, eles farão o trabalho com alegria; mas, se vocês não obedecerem, eles trabalharão com tristeza, e isso não ajudará vocês em nada (Hebreus 13:17 – NTLH), eu me esforçava ao máximo para não deixar ela se sentir só. Muitas vezes eu ia sozinha confeccionar os materiais, e como ela estudava a noite me deixava a cargo de tudo.

Vamos fazer uma pausa para aprender algo importante: a Bíblia é muito clara sobre a importância e a responsabilidade da liderança espiritual. Eu tive muita dificuldade de viver essa verdade, precisei tomar decisões radicais para não pecar nesta área tão importante da minha vida (lembra que eu não acetava autoridades?). Hoje eu as respeito muito, e ela começa com meu esposo como o líder espiritual de nossa família, e engloba meus pastores, líderes, presidente, prefeito, etc. Eu não questiono uma ordem, mesmo que eu não entenda, não concorde, ou tenha uma ideia melhor. Se o que esta autoridade me está pedindo não viola nenhum princípio bíblico, por menor que seja (É preciso obedecer antes a Deus do que aos homens!- Atos 5:29), não desobedeço. Porque entendo que é isso que Hebreus 13:17 nos ensina, e tem um montão mais de versículos que nos confirmam essa verdade. Aliviar a carga de responsabilidades que eles levam é algo que eu posso fazer com amor.

 (voltando ao ponto...) Confesso que às vezes chorei sozinha em uma salinha da igreja pedindo de Deus ânimo e forças. E se eu me sentia assim, imagina a líder! Foi justo nesta época que reflexionei sobre algo muito importante da minha vida. Quando sirvo em um ministério da igreja, eu o estou fazendo para ser notada por outras pessoas ou para que o nome de Deus seja glorificado com o meu serviço? Eu avaliei meu coração e me decepcionei! Quando tem pessoas olhando o que você faz, você se esforça por 2 motivos: 1° para receber elogios, 2° para ser aceito. E quando não tem ninguém olhando? Eu faço com o mesmo esforço?

Em uma destas noites sozinha confeccionando os materiais para uma noite jovem eu parei tudo e orei. Pedi perdão de Deus por haver descoberto um pecado, o pecado de orgulho. E desde aí pedi que o Espírito transformasse isso em mim. Decidi fazer tudo com alegria e temor a Deus sem me importar com os reconhecimentos humanos. A mim me bastava que Deus sondasse o meu coração e me aprovasse!

Este ano foi o único que não houve a peça de natal anual, então cada ministério faria uma apresentação especial. Recebi o convite para participar do ministério de Pantomima (e deste convite Deus me fez entrar em uma nova fase da minha vida, e essa história vai ficar para outro post).

Quando anunciaram a Noite do Oscar eu de verdade não esperava receber nenhum premio e quando se anunciou o destaque de Recepção Artística eu não podia acreditar! Receber este Oscar representou para mim o sorriso de Deus por minha oração. Eu não estava mais interessada no reconhecimento humano e meus esforços fora redirecionados para contribuir para o crescimento do Reino. Deus conhece o meu e sabe que neste dia eu reconheci meu pecado e decidi abandoná-lo.

Eu fui muito aplaudida neste dia, e talvez muitas pessoas ficaram surpresas com minha nomeação já que ninguém me via fazendo as coisas, geralmente eu estava só e como sou tímida não fazia muito alarme também. Talvés Deus quis me dar esse reconhecimento diante dos homens porque eu havia decidido buscar apenas o reconhecimento dEle.

No final da noite, as duas líderes dos outros 2 ministérios que eu havia participado  me disseram que mesmo que eu não tivesse a estatueta eu também merecia o Oscar destes ministérios por minha dedicação, mas como cada jovem só podia receber um prêmio o pastor decidiu que eu ficaria com o de Recepção Artística, e isso foi fantástico, porque era o ministério desprezado, o que fez que para mim fosse a maior honra. Deus faz coisas extraordinárias do que o  homem despreza!

Essa pergunta sempre volta a minha cabeça quando estou fazendo algo. Algumas vezes voltei a ser reprovada e sempre que isso acontece peço perdão outra vez e permito a transformação do Espírito. Neste difícil, mas fabuloso processo de santificação eu passei a desejar um novo Oscar, (e de vez em quando comento isso com alguém) e quero ouvir o reconhecimento do próprio Deus: O senhor respondeu: “Muito bem, servo bom e fiel! Você foi fiel no pouco, eu o porei sobre o muito. Venha e participe da alegria do seu senhor!”

Nossa, eu desejo com todas as minhas forcas escutar isso!!!

É difícil não esperar pelo menos um “valeu Julie” por algo que tenha realizado (até porque minha linguagem de amor principal são palavras de afirmação), é complicado continuar seguindo com excelência e alegria quando ninguém reconhece o meu esforço. É um exercício constante de humildade a ser praticado. Se me preocupo em direcionar meus esforços a outra pessoas sempre haverá oportunidades de me sentir desanimada e frustrada. Necessito fazer porque agrada ao Senhor, porque sei que é a Sua vontade. Isso inclui cada área da nossa vida. No casamento, por exemplo, não posso me dar o luxo de ser apenas uma boa esposa, a ajuda idónea que meu esposo necessita que eu seja apenas quando ele se esforça para ser romântico ou me dá algo que eu quero. Por fé e obediência a Deus o faço por temor e amor aos mandamentos de Jesus. Se Deus nos amasse só quando o correspondemos, o que seria de nós? ESTARIAMOS FRITOS!!!!

Essa luta constante com o meu ego me faz descobrir muita coisa do meu caráter. Algumas boas e outras más.

Em dezembro de 2006 recebemos um grande desafio. Assumimos a responsabilidade de liderar um grande ministério. Morri de medo porque as pessoas criam novas expectativas, esperam algo melhorado do que já havia sido feito. O triste de tudo foi que as pessoas que mais deveriam nos apoiar nos desanimaram por completo. Ouvimos coisas do tipo: - “Esse ministério não tem a cara de vocês, não quero participar!” –“Vocês não tem nenhuma experiência para estar aqui”. E para mim o pior de todos: - “Sei que a qualidade vai cair muito, mas pelo menos façam igual ao ano passado”.

ME DÁ UM TIRO, DÓI MENOS!!!!! (momento dramático, rsrsrs). Cheguei a casa e chorei que nem criança. Pior não podia ficar, a motivação tinha ido pro buraco! Meu esposo estava tão desanimado como eu, pensamos em desistir!

Eu sou uma chorona (confesso), mas também não sei mais não depender de meu Pai. Fui orar e às vezes ponho melodia nas minhas frases de oração. Comecei a cantarolar e o Senhor me deu minha primeira composição musical (quase ninguém conhece porque não foi tema de nenhum acampamento como o Alta Fidelidade: veja o post: E Nasceu uma Canção), mas foram palavras sinceras de um coração dependente de Deus.

♫♫♫ PARA AGRADAR A DEUS ♫♫♫
Por: Juliane Ferro - (dezembro de 2006)

Pai dependo de Ti, pois só Tu conheces a mim. Sonda o meu coração!
Pois só Tu conheces os meus sonhos,
Pois só Tu conheces meus planos,
Pois só Tu conheces a disposição do meu coração a Te servir.

Não é a homens que eu que quero alegrar,
Não é a homens que eu que quero agradar, somente a Ti.

Transforma em mim o que necessito, restaura em mim o que é preciso para Te agradar!

Pois meus olhos não podem ver, meus ouvidos não podem ouvir,
Nem meus pensamentos podem alcançar o que Tu pensas sobre mim.

Eu troco meus sonhos por Tuas promessas
Eu troco meus planos por Tua salvação...

Pra Te agradar é que eu vivo,
Pra alcançar Teu coração,
Para colocar um sorriso em Teu rosto.
Pra Te agradar!

Depois que cantei ela para meu esposo decidimos não desistir e não fazer nada neste ministério para receber a aprovação de homens. No final de tudo as mesmas pessoas que nos desanimaram com suas palavras nos disseram que foi a melhor apresentação de todos os anos.
DEUS É LINDO!!!! Não me canso de repetir isso, porque Ele honra um coração obediente e submisso.

Hoje não há um reconhecimento mais precioso para mim que o de Jesus. Quero correr a carreira que foi proposta e chegar ao final dela com a satisfação de haver feito TUDO que meu Treinador esperou de mim. Quero agradar Aquele que me alistou.

E sim é verdade que vamos receber um Oscar no final da vida.
Você está pronto para recebê-lo? Está fazendo o melhor e o mais excelente para agradar a quem realmente importa e sonda nossos coração e intenções? Está direcionando seu amor e serviço ao alvo correto? Quando ninguém vê o que estás fazendo o resultado é igual quando alguém te observa?

Veja os fabulosos prêmios ao Oscar prometidos por Deus aos que perseverarem e permanecerem fiéis a Ele:

Aquele que tem ouvidos ouça o que o Espírito diz às igrejas. Ao vencedor darei o direito de comer da árvore da vida, que está no paraíso de Deus (Apocalipses 2:7).
Seja fiel até a morte, e eu lhe darei a coroa da vida. “Aquele que tem ouvidos ouça o que o Espírito diz às igrejas. O vencedor de modo algum sofrerá a segunda morte (Apocalipses 2:10-11).

Ao vencedor darei do maná escondido. Também lhe darei uma pedra branca com um novo nome nela inscrito, conhecido apenas por aquele que o recebe (Apocalipses 2:17).

“Àquele que vencer e fizer a minha vontade até o fim darei autoridade sobre as nações. “Ele as governará com cetro de ferro e as despedaçará como a um vaso de barro”. “Eu lhe darei a mesma autoridade que recebi de meu Pai. Também lhe darei a estrela da manhã. (Apocalipses 2:26-28).

O vencedor será igualmente vestido de branco. Jamais apagarei o seu nome do livro da vida, mas o reconhecerei diante do meu Pai e dos seus anjos (Apocalipses 3:5).

Farei do vencedor uma coluna no santuário do meu Deus, e dali ele jamais sairá. Escreverei nele o nome do meu Deus e o nome da cidade do meu Deus, a nova Jerusalém, que desce dos céus da parte de Deus; e também escreverei nele o meu novo nome (Apocalipses 3:12).

 “Ao vencedor darei o direito de sentar-se comigo em meu trono, assim como eu também venci e sentei-me com meu Pai em seu trono (Apocalipses 3:21).

EU QUERO ESTE PRÊMIO!!!!! E você????

Vídeo da Cassiane - IMAGINE


28 de setembro de 2012

¿Y Cuando Dios Dice “NO”?

(Compartiendo Experiencias)
Asista este lindo Testimonio



¡Es muy bueno aprender más de Dios!
Yo asistí a ese vídeo 2 días después que escribí esta mi experiencia y mi  se llenó de esperanza. Yo no iba a publicar ahora este post (tengo 2 que escribí antes), pero por los últimos acontecimientos al mi alrededor, decidí ponerlo. ¡Abra su  y deje Dios hablar!


Creo en el gran poder de la oración. Mis mejores recuerdos de ellas en mi niñez son de mi madre orando por mí o por una de mis hermanas cuando estábamos enfermas. Pasaba toda la noche junto a nosotras susurrando oraciones para que Dios nos curase. Esto es tan claro en mi memoria que es justo lo que hago cuando mi esposo se enferma, pongo mis manos sobre él y susurro oraciones. A veces vi a mi madre de rodillas orando con lágrimas por la vida de mi padre. Esos sus ejemplos de fe desarrollaron en mí la misma motivación para orar sin cesar.

Converso con Dios en los momentos más diferentes, cuando estoy en camino a mis clases de portugués, cuando estoy lavando los platos, cuando estoy limpiando la casa y en algunas otras situaciones (¡eso me encanta!). La oración para mí, al igual que escuchar música es una manera de llevar cautivo a Dios mis pensamientos. Como dije antes creo que la oración crea un vínculo espiritual entre las personas y que es un momento especial en que Dios para todo para escucharnos. También creo que son una respuesta de sumisión y entrega a Dios. Tengo una convicción: ¡Dios responde a todas nuestras oraciones! No importa si ella duró 20 segundos o 1 hora, ¡Él escucha y responde! A veces son respuestas inmediatas como una vez que mi padre llegó a casa y tomó algunos medicamentos que no podían mezclarse (pero él no sabía de eso), y en pocos minutos comenzó a pasar muy mal, mi madre llamó a un taxi y lo llevó a la emergencia. Yo tenía unos 5 años, pero recuerdo ese día como si fuera ayer. Mi abuela se quedó cuidando de nosotras. Mis hermanas y yo estábamos de pie en la ventana esperando a que regresen pronto. Mi abuelita llamó una por una de nosotras para orar por la salud de mi padre, sólo yo acepté su invitación. Entramos en la habitación y ella dijo que iba a orar y después yo haría otra oración. Yo estaba muy nerviosa porque no sabía qué decir en la oración. Mientras mi abuela oraba yo estaba tratando de encontrar las palabras adecuadas y bonitas para decir, pero cuando llegó mi turno las únicas palabras que pude pronunciar fueron: “Dios sana a mi Padre, en nombre de Jesús, Amén”. Cuando terminé mi abuela miró al gran reloj que tenia en la habitación, eran las 8:15 de la noche.

Como estudiábamos por la mañana teníamos que acostarnos temprano y después de la cena no teníamos ninguna excusa. Pero yo quería ver a mis padres llegar del hospital, por eso fingí que estaba dormida. Volvieron a la 1 de la mañana. Me quedé en silencio para escuchar la conversación de mi madre con mi abuela. Ella dijo que era intoxicación, y después de recibir el tratamiento indicado, comenzó a mostrar una mejora registrada a las 8:15 de la noche. ¡Lo creas o no, eso es lo que pasó! Volví a mi cama muy sorprendida con eso.

Y el Señor ya respondió de inmediato muchas de mis oraciones. Algunas muy sencillas como irme sentada en el autobús a camino de la universidad, y otras un poco más complicadas.

Como ya había comentado en otro post recibí varios ESPERE como respuesta a mis oraciones. Pero debo decir que Dios también dice ¡NO! Y recibí varios de ellos. En la elección de mi profesión, mi ministerio y otras cosas. Y para mí, el NO más difícil que recibí y también el más especial sucedió al final del año pasado.

¿Estás con tiempo y ganas de leer? ¡ENTONCES SIÉNTATE QUE AHÍ VIENE UNA HISTORIA!



Quien me conoce bien sabe que yo no quería tener hijos en absoluto.

¡DE NINGUNA MANERA!

¡Ya era una decisión! Mi vida era mi esposo y el servicio a Dios en los ministerios que ya teníamos, que eran muchos. No teníamos el espacio ni el tiempo para un niño. Por favor, no piensen que yo odio a los niños, por el contrario, ¡me encantan! Siempre me ofrecía de niñera a mis amigas para que ellas tuviesen un tiempo a solas con sus esposos. Y yo realmente disfrutaba de esos momentos. Pero es diferente tener uno tuyo.

Mi forma de pensar cambió cuando Dios usó la vida de una mujer muy sabia para enseñarme que yo seguía cometiendo los mismos errores de siempre. 

¿Recuerdan cuando dije que a veces hay áreas de nuestras vidas que no las entregamos a Dios? Esta era un área, la maternidad (si aun no has visto, lee el post “Así Fue!”). 

Lo más gracioso es que ella estaba dando algunos consejos para una amiga de cómo podía hacer para sacar la "necedad" del corazón de su hija (Lee Proverbios 19:18 / 20:30 / 22:6 / 22:15). Yo era el agente pasivo de toda la conversación. Pero Dios había preparado esta situación para confrontarme.

Ella explicaba a mi amiga lo especial que es la responsabilidad de criar hijos y dijo que "la decisión de tener o no tener hijos no es nuestra sino del Señor, pues sólo Él tiene el poder y la autoridad para dar y quitar la vida". 

¡Esta frase me devastó! ¿Cómo quería decidir algo que yo no tenía ninguna autoridad? Me quería morir. Me llevó tiempo aceptar esta verdad. Luché con Dios por algunas SEMANAS y esta frase no salía de mi cabeza. Hasta que un día me rendí y pedí a Dios que perdonara mi atrevimiento y mi falta de entendimiento. Fue muy difícil hacer esta oración, porque, de hecho, ¡NO QUERÍA TENER HIJOS! Hablé con mi esposo acerca de eso y él también tuvo dificultades para aceptar, porque él también no quería tener hijos. Esto me molestó un poco, porque si Dios me había convencido, ¿por qué no convencía a Érico también? Y aquí vuelve la vieja frase, pero que es una verdad: ¡EL TIEMPO DE DIOS NO ES EL NUESTRO! Decidí entregar a Dios y no hablé mas del tema de nuevo con él, sólo oraba.

Algunos meses después de que llegamos aquí al Perú, vino mi esposo y me dijo que entendía que no era nuestra decisión. Teníamos que confiar en la voluntad perfecta de Dios. Juntos oramos por eso, y ENTREGAMOS. Confieso que pensé que quedaría embarazada a la primera, pero no fue así. Yo estaba muy ansiosa los primeros meses de intento, pero el resultado era siempre negativo (estuvimos tratando de lograrlo durante cinco meses hasta que ...)

En noviembre del año pasado yo estaba más relajada sobre ese tema. Y justo empecé a notar algunos cambios en mi cuerpo. Tenía unas ganas enormes de comer tacos mexicanos y comencé a sospechar. Érico decía que no, que era falsa alarma.

Una mañana fui a hacer mi devocional diario y en mi momento de oración hice la oración de Ana. (Pocos días antes de venir al Perú con un grupo de amigas yo hice el propósito de leer toda la Biblia en un año en orden cronológico. Cuando llegué a la historia de Samuel tomé algunas decisiones y comencé a hacer la oración de Ana. Eso pasó bien antes de que Érico me dijera que quería tratar de tener hijos). Ella hace una promesa a Dios, que si el Señor le da un hijo ella lo consagraría a Su servicio. Dios respondió a su oración (como siempre) y Ana cumplió su promesa.

Cuando yo estudié esta historia me preguntaba si tendría el mismo corazón de esta mujer valiente. Se quedó con su único hijo por 3 o 4 años como máximo y posteriormente lo llevó al Templo para estar bajo la tutoría del sacerdote Elí, que por cierto era un mal padre, pero la confianza y el temor de Ana estaba en el Señor. Y ella veía a su hijo sólo una vez al año. 

¡Uau!, pensé yo, ¿tendré la confianza necesaria para dar la crianza de mis hijos 100% para el Señor? Comprendía que eso no era educarlo para ser un misionero o un pastor, sino enseñarle a amar a Dios y cumplir Sus planes y propósitos para él. Si Dios lo llamase para las misiones, ¡GENIAL!, pero me preguntaba si estaría dispuesta a enseñar a mi hijo a buscar, entender y seguir el plan de Dios para su vida sea cual fuera. Ser 100% bíblica en su crianza. (Echa un vistazo a los hermosos detalles de esta historia en 1 Samuel 1 y 2). Porque sé que mi temperamento es de querer tener el control, ¿sería capaz de dejar a Dios conducir la vida de MI HIJO?
¡YO PEDÍA UN DE ANA!

En este día Dios me habló y yo creí que había una vida en mi vientre, el Señor también habló con Érico porque en este día se convenció y compró una prueba de embazo.

En la mañana del 16 de noviembre me hice la prueba, durante el tiempo de espera del resultado oré de nuevo y repetí la oración de Ana, fueron los cinco minutos más largos de mi vida. Pero yo lo sabía, ¡DIO POSITIVO!


Con amor desperté a mi esposo y le di la gran noticia, él dio una bella  y enorme sonrisa que la registré en mi mente. Y volvió a dormir con esa sonrisa en su rostro. Yo ya no podía dormir más. Llamé a mi madre en Brasil y le di la noticia: “¡Mamita, tú y papá van a ser abuelos por primera vez! Después llamé a mi suegra y Érico le dio la noticia. ¡Las familias de Ferro y Maia estaban en fiesta!

En el mismo día fui a una clínica e hice un análisis de sangre para comprobarlo. Una vez más, ¡POSITIVO!


¡Teníamos solo alegría! Empezamos a planear nuestro presupuesto y nuestro próximo año para la llegada del nuevo miembro de nuestra familia.


Lo que no esperábamos es que justo en esta semana de gran alegría empecé a sentir un dolor intenso y  tener sangrado. Para resumir la historia en las próximas semanas que se pasaron nuestra rutina eran consultas médicas y emergencias. Mi ginecóloga (que fue un ángel que Dios ha puesto en mi vida) estaba preocupada desde la primera consulta y nos advirtió de un embarazo ectópico (cuando el óvulo fecundado se queda atascado en las trompas de Falopio).



Yo hablo con todo mi corazón que no he perdido la esperanza ni por un día de que Dios podría hacer un milagro. Mi marido y yo orábamos todos los días con gran fe y confianza por eso. Decíamos con cariño y amor: "Vamos hijo, tú puedes llegar al útero de mamá". Fueron semanas de mucho sufrimiento y a pesar de no tener a amigos y familiares cerca, no nos sentimos totalmente solos.

En el mismo período estábamos a todo ritmo con los ensayos y con la confección del escenario para la obra de navidad en la iglesia que estamos apoyando.

Por indicaciones médicas tuve que guardar reposo total y Érico se hizo uno y en un millón para seguir con los ensayos, con la confección del escenario, conmigo y con las tareas del hogar. ¡Fue increíble! Cuando me quedaba sola (era cuando Érico iba a los ensayos, porque no desistimos de la obra, nuestros corazones creían que Dios haría un milagro, ¡e hizo!,  y voy a contar en otro post sobre esta obra de navidad) yo sentía la presencia de Dios y cuando tenia mucho dolor podía ver cómo una persona de pie junto a mí. Y yo sentía paz, incluso cuando gritaba de dolor. No puedo afirmar, es posible que el dolor me hizo borrar la visión, pero creo que era un ángel cuidándome.

SALMO 91:9-11
El Dios altísimo
es nuestro refugio y protección.
Por eso ningún desastre
vendrá sobre nuestros hogares.
Dios mismo les dirá a sus ángeles
que nos cuiden por todas partes.

¡¡¡¡DIOS ES LO MÁXIMO!!!!

El 28 de noviembre, en una consulta de rutina (que eran de 2 -3 veces a la semana, y tenía que hacer la ecografía porque la doctora no veía el ovulo en el útero), encontramos el embrión. Luego llegó la noticia que no queríamos escuchar: - "Está pegado a la trompa derecha."

Dios dijo NO a nuestras peticiones, ¡y no me digas, por favor, que fue por falta de fe!

Fui hospitalizada de emergencia para una cirugía de retiro del embrión. ¡Mi mundo se vino abajo! Pero mi esperanza no estaba muerta. Pasé toda la madrugada de preparación para la cirugía que sería a la mañana siguiente en oración. YO CREÍA, TENÍA FE PARA MOVER MONTAÑAS, pero Dios ya había decidido que no.

Mi marido sufrió el doble, porque además de saber que perdería a su hijo tenía el riesgo de perder a su esposa. Yo creo que si él se decidiera escribir un post aprenderíamos cosas fabulosas que Dios enseñó a su corazón. Porque yo puedo confirmar que es un hombre cambiado después de esta experiencia, y ahora lo admiro aun más. Él es un hombre de gran fe y demostró dónde está su corazón, está en el centro de la voluntad de Dios, ¡soy un testigo viviente y ocular de eso!

Entré en la sala de operaciones a las 11 am en medio de un simulacro de terremoto y tsunami (el Perú es un país sísmico). Sí que hubo un terremoto, pero fue dentro de mí. 

Tenía la esperanza de que se hiciera otra ecografía y me dieran la noticia de que el embrión ya había llegado al útero y que todo estaría bien. Mis últimas palabras antes de dormir por la anestesia fueron: - "Señor, si es posible, aparta de mí esta copa, pero hágase Tu voluntad y no la mía." Me desperté horas más tarde en la sala de recuperación. - "La cirugía fue un éxito!" – La doctora dijo a mi marido.

 No sé si sabes, pero en estos casos no hay más remedio que extraer el feto. La trompa no fue hecha para el embarazo, ella mide tan sólo 3 milímetros, no se puede mantener a un bebé ahí por 9 meses. En el peor de los casos se rompe la trompa y la madre puede morir por hemorragia. Mi trompa ya estaba del tamaño de una salchicha, dijo la doctora, se estaba rompiendo, por eso estaba sangrando y quizá un par de días más y yo no estaría aquí para contar esta historia.

Cuando esto sucedió yo estaba entre la 3° o 4° semana de embarazo, durante este período ya se formó el corazón y los ojos, los brazos y las piernas comienzan a moldear. Así que no me vengas con esa frase que era sólo una semilla, que soy una exagerada, ya que ni siquiera era una vida. Por desgracia he oído esa horrible frase. O entonces: - " peor si él hubiera nacido y muerto después." NO!!!! Y MIL VECES NO!!! Una madre no ama más a su hijo después de que él nace, el amor es igual y es grande desde el descubrimiento de su existencia. Nuestra decisión era de salvar solo mi vida o perder  la de ambos.

Sólo Dios sabe lo difícil que era para nosotros tener que pasar por esto en otro país y sin nuestra familia. Mi madre sólo se enteró después de que salí del hospital. Cuando llegamos a casa oramos juntos y alabamos a Dios, porque Él no nos ha abandonado en ningún momento.

No paramos, seguimos con los ensayos para la obra de Navidad. Una semana después de la cirugía mis suegros vinieron para apoyarnos y mi suegra fue mi enfermera durante 15 días.

¡Está difícil escribir este post, pero seguiré!

Comprender el NO de Dios fue fácil para mí, lo difícil fue aceptarlo. Miles de cosas pasaron por mi cabeza, el miedo y la ansiedad dominaron mi corazón. Me sentía tan frágil, tan indefensa, sin protección, que me tomó meses ACEPTAR la decisión de Dios. Me acordaba de la oración de Ana, y me preguntaba por qué no podía ofrecer la vida de mi hijo a Dios si ya me había comprometido en hacerlo.

Los planes y propósitos de Dios son tan superiores a los nuestros, que estas situaciones nos hacen darnos cuenta de cuan frágiles somos. 

El Salmo 139 es mi salmo favorito (siempre fue) y después de esta experiencia tomó una forma mucho más especial para mí.

(v.13-18) - Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre. Tú fuiste quien formó cada parte de mi cuerpo.  Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias. Todo lo que haces es maravilloso, ¡de eso estoy bien seguro! Tú viste cuando mi cuerpo fue cobrando forma en las profundidades de la tierra; ¡aún no había vivido un solo día, cuando tú ya habías decidido

cuánto tiempo viviría! ¡Lo habías anotado en tu libro! Dios mío, ¡qué difícil me resulta entender tus pensamientos! ¡Pero más difícil todavía me sería tratar de contarlos! ¡Serían más que la arena del mar! ¡Y aun si pudiera contarlos, me dormiría, y al despertar, todavía estarías conmigo!

Hay una canción de un grupo mexicano cristiano que canta este salmo de una forma diferente. En general, el ritmo es lento y reflexivo, pero ellos dieron un nuevo ropaje, me gusta tanto que es el timbre de mi teléfono. Cantan en un ritmo más movido, pero la belleza del mensaje no ha cambiado. Compruébalo - Bajo Tu Control (Rojo).



Tú puedes preguntarme: - "Pero Jully, ¿dónde puedes ver la bondad de Dios en esta situación tan horrible?"

Mi respuesta: ¡De muchas formas! En primer lugar el hecho de haber descubierto muy pronto que estaba en la trompa me salvó la vida. Yo no conocía a ningún médico y por la indicación de una amiga encontré el ángel que me ha ayudado este tiempo (¡de verdad fue una bendición!) 

En esta situación difícil Dios me ha revelado un nuevo nivel de amor, un nuevo nivel de dedicación, de entrega, de confianza, de perdón, de tolerancia, de generosidad, un nuevo nivel de comprometimiento con Su Verdad, con mi servicio hacia Él, con las personas a mi alrededor. Yo fui capaz de restaurar algunas relaciones que estaban rotas desde hace mucho tiempo, yo fui capaz de liberar perdón a heridas recontra viejas en mi corazón, yo pude acercarme a la familia de mi esposo (estoy muy agradecida a ellos por el cuidado, el amor y la generosidad que me ofrecieron en esta ocasión), llegué a conocer aun más a mi esposo y a enamorarme más de él, pude ver el poder de Dios cambiando vidas que no conocía. Mi pregunta es ¿qué hubo de malo en eso? Mi respuesta: ¡NADA!

Jesús mismo en un momento de muchísima angustia clamó al Padre en el Getsemaní: “Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú”. Su angustia era tan grande que sudó sangre. Y Dios dijo en amor: NO, hijo mío, no puedo dejar pasar esta copa, es necesario para que los seres humanos vuelvan a tener comunión conmigo. ¡Yo amo a mi creación! Y en obediencia al Padre, Jesús sufrió la muerte.

Filipenses 2:5-11 - Tened entre vosotros de la misma manera de pensar que tuvo Cristo Jesús: Él estaba en la naturaleza de Dios, pero no tratar de ser como Dios. En su lugar, se dio por vencido todo lo que era suyo y tomó la naturaleza de siervo, haciéndose igual a los seres humanos. Y, viviendo la vida en común de un ser humano, se humilló y obedeció a Dios hasta la muerte - la muerte por crucifixión. Así que Dios le dio a Jesús el honor más alto y le puso el nombre que es el más importante de todos los nombres, por lo que en honor al nombre de Jesús, todas las criaturas en el cielo y la tierra y en el mundo de los muertos, caen rodillas y declarar abiertamente que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre.

En un post anterior les digo que tomé una decisión hace muchos años que Dios tiene el control de mi vida y me gustaría soñar sus sueños y vivir sus planes cueste lo que cueste, y eso incluye la vida de un hijo (si aún no has visto el post es "Todo al séveR - Revés"). Esto no es malo, es bueno, porque el resultado final de estas decisiones es mucho mayor que lo que nuestra limitada mente humana puede lograr alcanzar. Si el resultado final es la gloria de Jesús, vale la pena pasar por el valle de sombra de muerte, porque aún ahí Él me va a acompañar. Y en realidad caminamos por este valle. 

La sumisión y la obediencia de Jesús trajeron la gracia y la vida abundante para mí y para ti. Si Jesús es el mejor ejemplo que debemos seguir, mi respuesta a nuestro Padre Celestial debe ser la misma: la SUMISIÓN y la OBEDIENCIA. 

El hecho de que mis ojos no pueden ver un propósito más grande (más allá de todo lo que he citado más arriba), de por qué tuvo que pasar esto, algo pasó en el reino espiritual, y es tan grande que no puedo alcanzar. ¡Yo lo creo! Y TENGO CONFIANZA EN DIOS!

Dios no comete errores, y esta verdad no va a cambiar sólo porque no entiendo las situaciones que me rodean. ¡Dios es justo! Y esta verdad no cambia porque creo que no cometí ningún error o porque soy una buena persona y no merecía pasar por eso. ¡Verdades inmutables son verdades inmutables!

Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6).

Si no conoces el perdón de Dios quizá no puedes entender el contenido de este blog y pensar que soy una fanática religiosa, pero mi compromiso es el de enseñar la VERDAD de Dios.

Fue en este valle de sombra de muerte que nació en mi corazón la idea de crear este blog. Oro por este proyecto para que llegue a la gente en todo el mundo. No quiero ser famosa, no quiero exponer mi vida, no quiero demostrar que soy especial, ¡QUIERO ALCANZAR VIDAS! Porque yo creo que el amor y la palabra de Dios transforma vidas. No puedo permanecer en silencio ante el gran amor de Dios, ¡si yo me callo las piedras clamarán por mí! Así que me gustaría de verdad que sea una bendición para ti y a los demás también!

La decisión de tener o no tener hijos aún está en las manos de Dios. El hecho de que hemos comprendido esta verdad no significa que Dios nos quiere dar hijos, significa que Él quiere que entendamos Sus planes perfectos. Si Él decide no darnos hijos de nuestra carne estamos muy bien con eso, ¡la decisión es Suya, no nuestra!

E incluso si no tenemos hijos de la carne, Dios nos dio un montón de hijos espirituales.

Al pasar por esta experiencia hemos descubierto la importancia y nuestra responsabilidad como padres espirituales de muchos jóvenes. También tenemos el deber de guiarlos en los caminos del Señor, de enseñarles a honrar y amar a Dios, a buscar sus planes y sueños. Vivir una vida santa y digna de un hijo de Dios.

No hay valle en el que Dios no está con nosotros. Tal vez estás en un momento muy confuso de tu vida, de tu fe, quizá te ves a ti mismo caminando por el valle de sombra de la muerte. Espero darte esta esperanza: Que el amor de Dios no tiene ninguna condición, no tiene límite. En Su voluntad no tiene ningún error, ninguna mancha, ninguna duda, ningún "oops, estaba equivocado".

Permite que Dios te enseñe y te permita experimentar un poco más de su bondad y su amor. Porque fue eso que experimentamos, BONDAD y AMOR.

El mismo grupo musical mexicano tiene otra canción que me ayudó mucho en este período. (No Me Soltarás - Rojo).


¡Qué el Señor te bendiga! y si mi experiencia te ayuda a proseguir, confiar y amar más a Dios, entonces entra a mi lista de buenos propósitos de haber vivido eso.

Para terminar esta larga historia,  otra canción que trae esperanza. (Esta canción está en Portugués - Aline Barros - Ressuscita-me).